La UE presiona con la etiqueta verde para el gas y la energía nuclear
La UE se enfrentará el miércoles a la furia de los opositores a la “energía” nuclear y del gas cuando proponga nuevos criterios para una “etiqueta verde” para los “proyectos” de inversión destinados a ayudar a combatir el cambio climático.
La lucha por la clasificación de las fuentes de energía de la Unión Europea es la última polvareda en las discusiones entre los 27 Estados miembros sobre cómo lograr una economía neta de carbono cero para 2050.
Bruselas tenía grandes esperanzas de que la llamada “taxonomía energética” de la UE ayudara a establecer una norma mundial para determinar los proyectos sostenibles y dirigir los grandes flujos de dinero de Wall Street hacia la salvación del planeta.
Pero ahora está envuelto en la controversia debido a la inclusión de proyectos de gas y nucleares como inversiones adecuadas, con los opositores de cada uno de ellos advirtiendo a la Comisión Europea que la etiqueta carece de credibilidad.
Los Estados miembros de la UE suelen tener combinaciones energéticas muy diferentes. Francia, por ejemplo, se enorgullece de depender de la energía nuclear -que tiene emisiones de carbono insignificantes una vez construida- para sus necesidades de electricidad.
Alemania, por su parte, depende en gran medida del gas natural procedente de Rusia y lidera un pequeño grupo de naciones que creen apasionadamente que la energía nuclear es insegura, mientras que el gas podría ayudar a las economías hambrientas de carbón, como la de Polonia, a pasar página.
Berlín y París se empeñaron en que sus industrias energéticas elegidas son aptas para recibir la etiqueta verde y la Comisión -el ejecutivo de la UE- se encargó de la políticamente envenenada tarea de conciliar las posturas.
Se espera que el miércoles la Comisión Europea adopte su propuesta después de haber realizado una breve serie de consultas con los Estados miembros y otras partes interesadas.
Una primera versión de su plan se publicó discretamente el 31 de diciembre, y se espera que haya cambiado poco.
Para obtener la etiqueta, los proyectos de gas y energía nuclear tendrán limitaciones: los proyectos deben estar aprobados para 2030 y 2045 respectivamente, además de cumplir una larga lista de criterios específicos del sector.
“Estándar de oro”
Otros cuatro Estados miembros de la UE se pronunciaron el martes firmemente en contra de la inclusión de los proyectos de gas, argumentando que la promesa de la taxonomía de convertirse en un “patrón oro” para los inversores estaba comprometida.
Incluso con condiciones, llamar al gas sostenible “es en gran medida incompatible” con los objetivos del acuerdo climático de París, decía una carta a la comisión de Dinamarca, Suecia, Austria y los Países Bajos.
Los opositores a la energía nuclear también se han manifestado. En un movimiento poco habitual, el representante de Austria en la comisión amenazó con votar en contra de sus colegas cuando se apruebe la etiqueta.
Esa propuesta estará entonces sujeta a un posible veto por parte de una supermayoría de Estados miembros o del Parlamento Europeo, aunque los conocedores creen que esto es poco probable.
Mientras tanto, el director del Banco Europeo de Inversiones, una institución de la UE, afirmó el mes pasado que su banco podría eludir la taxonomía del bloque dada la amplia oposición al gas y la energía nuclear entre los inversores verdes.
“Si perdemos la confianza de los inversores por vender algo como un proyecto verde, que resulta ser lo contrario, entonces cortamos los pies en los que nos apoyamos a la hora de financiar las actividades del banco”, mencionó el presidente del BEI, Werner Hoyer.
En enero, el Grupo de Inversores Institucionales sobre el Cambio Climático, que incluye las ramas de inversión de JPMorgan y Goldman Sachs, mencionó que la inclusión del gas “socavaría las ambiciones de la UE de establecer el punto de referencia internacional para las normas creíbles y basadas en la ciencia para clasificar las actividades económicas sostenibles”.
A nivel internacional, otras propuestas de la llamada taxonomía se han enfrentado a batallas similares. En Corea del Sur, el gobierno se enfrentó el mes pasado a la oposición por incluir el gas en su etiqueta verde; la energía nuclear no se incluyó pero seguirá siendo objeto de revisión, según la agencia de noticias Bloomberg.
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Alberto Berrios
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