Al comienzo de la pandemia en 2020, muchos países e industrias se vieron obligados a detener temporalmente sus operaciones en un intento de ayudar a frenar la difusión del coronavirus. Esto condujo en última instancia a la escasez mundial de chips que conocemos hoy en día, y aunque se suponía que las cosas iban a mejorar, parece que se ha producido un bache.
Esto se debe a que en Ucrania, donde hay una guerra, dos empresas -Ingas y Cryoin- han interrumpido el suministro de gas neón. Para los que no estén familiarizados, el gas neón es esencial en la producción de semiconductores. Dado que ambas empresas son responsables de suministrar aproximadamente la mitad del gas neón del mundo, esto supone un enorme retroceso en la producción de chips.
Según las empresas, dicen que la guerra en curso ha provocado la destrucción de infraestructuras críticas, y como resultado, se han visto obligadas a cerrar sus operaciones. Aunque evidentemente hay otras empresas que suministran gas neón, el hecho de que la mitad de esa producción haya desaparecido (y no sabemos por cuánto tiempo), significa que las empresas tendrán que abastecerse de otras compañías, lo que a su vez podría crear un retraso masivo.
También podría hacer que los precios del gas neón subieran aún más que antes, ya que debido a la pandemia, los precios subieron un 500%, por lo que imaginamos que podría encarecerse aún más. Todavía no está claro el impacto que tendrá en los consumidores, así que sólo el tiempo lo dirá.
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Laura Andrade
Laura Andrade es una periodista freelance especializada en la investigación de la electrónica de consumo, especialmente de smartphones, tabletas y ordenadores. Actualmente participa en varios proyectos en los que se ha encargado de escribir sobre lanzamientos de nuevos productos digitales, aplicaciones, sitios y servicios para publicaciones impresas o en línea. Está constantemente estudiando las últimas tecnologías para estar siempre al día.
