La guerra en Ucrania y las amenazas de Rusia a la OTAN han llevado a Alemania a advertir a sus ciudadanos sobre el uso del “software antivirus” de Kaspersky.
El martes, la Oficina Federal de Seguridad de la Información (BSI) de Alemania emitió una alerta que insta a los habitantes del país a cambiar el antivirus de Kaspersky por otro producto de seguridad. Kaspersky tiene su sede en Rusia y se enfrenta desde hace tiempo a acusaciones de tener vínculos con el Kremlin.
La principal preocupación del BSI es que el régimen de Putin obligue a Kaspersky a realizar actividades de vigilancia y otras actividades maliciosas contra sus clientes para ayudar en el esfuerzo de guerra.
En una FAQ, la BSI escribe: “Las acciones bélicas de Rusia, así como las amenazas proferidas contra la UE, la OTAN y la República Federal de Alemania, albergan un riesgo considerable de que un ataque informático tenga éxito, lo que podría tener consecuencias de gran alcance. Actualmente no se puede descartar que la empresa se vea obligada contra su voluntad a atacar sistemas o a transmitir datos confidenciales”.
Kaspersky se defiende de la advertencia, calificando las acusaciones de infundadas. “Creemos que esta decisión no se basa en una evaluación técnica de los productos de Kaspersky -que hemos defendido continuamente ante la BSI y en toda Europa-, sino que se ha tomado por motivos políticos”, mencionó la empresa en un comunicado.
De hecho, la advertencia de la BSI alemana no ofrece ninguna prueba técnica que demuestre que los productos de Kaspersky son una amenaza. Sin embargo, la agencia gubernamental mencionó que no podía “descartar” el riesgo de que un ciberataque patrocinado por Rusia llegara a través de los productos de la compañía, especialmente para las corporaciones y los operadores de infraestructuras críticas en Alemania.
El problema es que el software antivirus posee “amplias autorizaciones del sistema”, dice el BSI, lo que podría convertir los productos en una herramienta tentadora para que el Kremlin abuse de ellos, aunque la amenaza sea teórica en este momento.
Quizás no ayude al asunto el hecho de que el CEO de Kaspersky no haya echado mucha culpa al Kremlin por invadir Ucrania. “Así que si quieres estar seguro, deberías usar otro software antivirus por el momento”, dice el BSI en la FAQ.
Kaspersky replica que es una “empresa privada [que] no tiene ningún vínculo con el gobierno ruso ni con ningún otro”.
La empresa añade: “Nuestra infraestructura de procesamiento de datos se trasladó a Suiza en 2018: Desde entonces, los archivos maliciosos y sospechosos compartidos voluntariamente por los usuarios de los productos de Kaspersky en Alemania se procesan en dos centros de datos en Zúrich que proporcionan instalaciones de clase mundial, en cumplimiento con los estándares de la industria, para garantizar los más altos niveles de seguridad”.
Además, las herramientas de transparencia de Kaspersky incluyen permitir a los clientes empresariales y a las agencias gubernamentales revisar el código fuente de la compañía para sus principales productos.
Sin embargo, no es la primera vez que un gobierno advierte sobre el uso de los productos de Kaspersky. En 2017, Estados Unidos prohibió antivirus Kaspersky de los sistemas federales, alegando que la ley rusa allana el camino para que el Kremlin “solicite u obligue a la asistencia de Kaspersky” a entregar los datos de los clientes que se mueven por las redes rusas de internet.
Esto se produjo después de que Kaspersky admitiera que su software antivirus había “descargado” accidentalmente herramientas secretas de hacking de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. debido a que los archivos fueron marcados como malware en el ordenador personal de un contratista de la NSA.
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Jessica Ávila
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