El arte digital no es nada nuevo para vonMash, que describe su mezcla de pintura, vídeo y sonido como “afro-délica”, un giro psicodélico del afrofuturismo.

Pero cuando el sudafricano empezó a pensar en vender su obra como criptoarte en una cadena de bloques, dudó.
“No estoy totalmente a favor por el consumo de energía que supone”, explicó.
La venta de arte como tokens no fungibles, o NFT, utiliza la misma tecnología que las criptomonedas como el Bitcoin. El comprador recibe un token digital verificado, que demuestra que la obra de arte es original.
La ventaja para los artistas es que si su obra se revaloriza y se revende, reciben una parte de cada venta futura.
“Si otra persona compra mi NFT, automáticamente recibo una parte”, dice vonMash. Con el arte tradicional, si un comprador paga 100 dólares y luego “lo vende por 100.000, yo no recibiría ni un céntimo de eso”.
Almacén de ordenadores
Lo que preocupa a vonMash y a otros artistas es cómo se verifican esas fichas digitales.
La propiedad de las obras de arte se autentifica mediante complejos rompecabezas matemáticos, tan complejos que los cálculos requieren almacenes de ordenadores.
Las empresas que resuelven los rompecabezas son recompensadas con nuevos tokens, y sus soluciones añaden un “bloque” a la cadena de autentificación.

El cálculo de los números requiere grandes cantidades de energía, a menudo producida por centrales eléctricas de carbón.
La mayoría de las NFT se negocian actualmente en una plataforma llamada Ethereum. El organismo de control tecnológico Digiconomist estima que Ethereum utiliza tanta electricidad como toda Holanda, con una huella de carbono comparable a la de Singapur.
“La energía que se necesita para la prueba de autentificación de las obras de arte, es mucha”, mencionó vonMash.
Tiene motivos para preocuparse.
La preocupación por el clima ha provocado una reacción contra las NFT.
Los fans del K-pop en Corea del Sur organizaron el año pasado una brutal campaña contra los planes de grupos populares como BTS y A.C.E. para vender criptomonedas.
“Esencialmente, las NFT son un gigantesco esquema piramidal que destruye el medio ambiente”, rezaba un comentario muy retuiteado de @ChoicewithACE típico de los comentarios que llevaron al grupo a cancelar su oferta.

El sello musical de BTS, Hybe, decidió posponer su lanzamiento, buscando alternativas más ecológicas.
En Sudáfrica, el ecologismo es un artículo de fe incuestionable entre muchos artistas.
Un colectivo llamado The Tree creó una plataforma para que los artistas vendieran NFTs y luego colaboraran con una organización benéfica de Ciudad del Cabo llamada Greenpop para plantar árboles que compensaran el carbono emitido por las ventas de criptoarte.
Mundo en evolución
Fhatuwani Mukheli mencionó que ese sistema le hizo sentirse seguro de las dos ventas de NFT que ya ha realizado.
“El mundo está en constante evolución”, afirmó. “Si me aferro a lo que conozco, el autobús me va a perder”.
Para vonMash, la solución no fue vender en Ethereum, sino colocar su arte en una plataforma llamada Cardano, que usa un sistema de autenticación diferente.
En vez de hacer que las empresas resuelvan rompecabezas cada vez más difíciles, Cardano emplea un mecanismo llamado “proof of stake”.

En vez de ganar nuevas fichas resolviendo puzles -y consumiendo electricidad-, los usuarios pueden simplemente poner las fichas que ya tienen.
Esencialmente, están utilizando su dinero en forma de criptomoneda para avalar la autenticidad de una obra de arte digital.
Si alguien intenta jugar con el sistema, o simplemente se equivoca, podría perder su participación financiera en la red.

La tecnología subyacente puede ser confusa, pero la consultora de impacto social Candida Haynes mencionó que “la historia corta es que hay opciones menos peligrosas para el medio ambiente para los NFT”.
“En última instancia, los desarrolladores de blockchain tienen que comprometerse también con la sostenibilidad y ayudar a mantener informada a la gente menos técnica, incluidos los artistas, sobre el estado de la sostenibilidad medioambiental en las blockchains”, aseguró.
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Alberto Berrios
Escribo sobre productos relacionados con el audio desde pequeños altavoces inalámbricos hasta grandes sistemas Hi-Fi. No comparo estos productos con otros, sino que muestro los puntos fuertes y débiles de cada dispositivo separado. Si quieres saber si un determinado producto merece la pena, ¡consulta una de mis reseñas antes de hacer la compra! Gracias por leer, hasta la próxima.