El Ejército de los Estados Unidos ha publicado esta semana su estrategia sobre el cambio climático, y se trata de un extenso documento que muestra cómo la mayor y más antigua rama del ejército no sólo se preparará para el cambio climático, sino que también eliminará las emisiones de la mayoría de sus operaciones y actividades.
“Tenemos una oportunidad única para mejorar nuestras capacidades de defensa y convertirnos en una fuerza más eficiente, al tiempo que aseguramos un futuro mejor”, afirmó la secretaria del Ejército, Christine Wormuth, en una introducción al informe. “El Ejército está en camino de aprovechar el progreso que hemos logrado hasta la fecha y llegar a todos los aspectos de la empresa del Ejército”.
El Ejército dice que el objetivo no es sólo eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero -aunque ese es un resultado clave- sino también hacer que la fuerza sea más resistente “adaptando la infraestructura y los entornos naturales a los riesgos del cambio climático”.
La estrategia adopta un enfoque múltiple para hacer frente a la amenaza climática, incluyendo la revisión de las instalaciones del Ejército y de sus prácticas de adquisición y logística.
Sólo en lo que respecta a las instalaciones, el Ejército compra más de 740 millones de dólares de electricidad cada año, produciendo más de 4,1 millones de toneladas métricas de contaminación por carbono. Para reducir estas cifras y mejorar su capacidad de funcionamiento en caso de fallo de la red, el Ejército afirma que instalará microrredes en cada una de sus más de 130 instalaciones antes de 2035. Ya hay 25 microrredes “planificadas” hasta 2024.
Las microrredes suelen estar conectadas a la red general, aunque pueden cortarse fácilmente sin perder energía, lo que permite seguir operando si la conexión se corta o la red se cae. Actualmente, el Ejército está estudiando la posibilidad de utilizar energía solar, eólica y baterías para alimentar las microrredes.
Los vehículos tácticos, sin embargo, tardarán un poco más. El Ejército espera hibridarlos para 2035 antes de pasar a ser totalmente eléctricos en 2050. El plan no especifica lo que se considera como vehículos tácticos, aunque la designación probablemente incluye cosas como los Humvees y los MRAP.
Actualmente, no hay un plan concreto para los tanques totalmente eléctricos y la artillería autopropulsada. “Vamos a presionar mucho para conseguirlo, pero vamos a ser metódicos y deliberados mientras lo hacemos para asegurarnos de que, a medida que implementamos estos cambios, en lugar de impedir la efectividad de la misión de estos sistemas, en realidad la estamos mejorando”, dijo Paul Farnan, el secretario adjunto del Ejército para instalaciones, energía y medio ambiente, a Stars & Stripes. “El desarrollo tecnológico y la maduración de esta tecnología siguen produciéndose. Si miramos hacia atrás hace diez años, y dónde estaban los vehículos eléctricos y dónde estamos hoy, no creo que nadie sentado en 2010 hubiera imaginado hacia dónde vamos con los vehículos eléctricos hoy”.
El plan del Ejército también va más allá de los edificios y el material, ya que exige “formar proactivamente a su gente y preparar una fuerza que esté lista para operar en un mundo alterado por el clima”, dice el documento. El Ejército ha puesto en marcha un curso “Clima 101” para introducir los fundamentos de la ciencia del clima a los arquitectos de las bases y a los comandantes de las guarniciones, y dice que actualizará todos sus módulos de formación, ejercicios y simulaciones para tener en cuenta los impactos del cambio climático antes de 2028. El objetivo es preparar a toda la fuerza para cualquier condición que presente el cambio climático, desde el mal tiempo hasta el deshielo del Ártico.
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Laura Andrade
Laura Andrade es una periodista freelance especializada en la investigación de la electrónica de consumo, especialmente de smartphones, tabletas y ordenadores. Actualmente participa en varios proyectos en los que se ha encargado de escribir sobre lanzamientos de nuevos productos digitales, aplicaciones, sitios y servicios para publicaciones impresas o en línea. Está constantemente estudiando las últimas tecnologías para estar siempre al día.